martes, 15 de enero de 2013

Último exilio, muerte, legado y honores

El 7 de junio de 1864, Duarte fue enviado como cónsul al exterior, con el objetivo de recolectar fondos para la causa restauradora, la decisión no buscaba más que sacarlo del camino. Esta hipótesis, sin embargo, no ha sido comprobada. Aunque la actitud del Gobierno Restaurador no fuera esa, la misión encargada a Duarte terminó por convertirse en otra especie de exilio. Aunque le habían cedido una pensión honorífica, terminaron incumpliéndola y Duarte se quedó con su familia subsistiendo de una fábrica de velas en Venezuela. A pesar de que el presidente Ignacio María González le pidió que regresara, esta vez la ausencia fue definitiva. Duarte murió el 15 de julio de 1876 en Caracas. Sus restos fueron trasladados a suelo dominicano en 1884, irónicamente, por el gobierno de Ulises Heureaux (de ascendencia haitiana), quien lo declaró Padre de la Patria junto a Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella. Sin embargo, no fue hasta 1944 que los restos de los tres héroes nacionales fueron sepultados en el lugar que se hizo el disparo que los elevó a la leyenda, el Altar de la Patria (su actual morada). Altar de la Patria donde reposan los restos de Duarte junto a Sánchez y Mella.Duarte logró establecer una República libre, que a través del proceso de votación, podría dar lugar a una democracia donde todos los ciudadanos, en teoría, pudieran ser iguales y libres
Los viajes de estudios que realizó a Europa en su adolescencia, continente donde se debatían e imponían ideas liberales resultantes de la Revolución Francesa, influyó mucho en sus actitudes posteriores en las luchas independentistas. Es considerado como héroe nacional y padre de la democracia en la República Dominicana. Además se le atribuye ser el precursor del teatro dominicano al ser el primero en promover eventos teatrales mediante las sociedades La Filantrópica y La Dramática, las cuales tenían como fin presentar obras teatrales alusivas a la libertad dominicana. Una de sus frases más emblemáticas fue sin lugar a dudas "¡Vivir sin patria, es lo mismo que vivir sin honor!", la cual dejó una gran impronta en el pueblo dominicano. El Pico Duarte, la montaña más alta del Caribe, un parque en Nueva York, y otros lugares de interés llevan su nombre. Su casa natal fue convertida en un museo. En la misma vivió la familia Duarte-Diez desde su llegada a Santo Domingo hasta su exilio. En la ciudad de Nueva York existe un parque llamado Juan Pablo Duarte Square en su honor. El 26 de enero de 1978, en el aniversario 165 del nacimiento de Duarte, el Consulado dominicano en esa ciudad, erige una estatua en el mismo parque. En el 2000, el alcalde de Nueva York de ese entonces Rudolph Giuliani firmó un proyecto de ley agregando el nombre Juan Pablo Duarte Boulevard a la St. Nicholas Avenue para el tramo de la Décima Avenida y West 162nd Street hasta la intersección de West 193rd Street y Fort George Hill. En conmemoración del 167.º aniversario de la Independencia Nacional de la República Dominicana, el 24 de febrero de 2011, fue inaugurada una estatua suya en el Jardín do Campo Grande, frente a las instalaciones de la Embajada de la República Dominicana en Lisboa.[1]

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